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En un entorno empresarial marcado por la velocidad y la digitalización, Banco BISA reafirma una verdad indiscutible: las personas —y no sólo la tecnología— son el verdadero motor de la transformación y la sostenibilidad. A través de su estrategia institucional, el banco apuesta por el desarrollo del Factor Humano como eje estructural de su evolución digital y cultural.
“La tecnología no transforma por sí sola: necesita sentido, dirección y propósito. Todo eso lo aportan las personas”, señala la filosofía institucional de la entidad, que ha desarrollado un modelo conceptual denominado “andamio” para acompañar a sus equipos en procesos de cambio, aprendizaje y adaptación.
El talento como ventaja competitiva
Durante décadas, el talento humano fue considerado un recurso más. Hoy, sin embargo, las organizaciones más exitosas lo reconocen como su ventaja competitiva clave. En el sector bancario, donde los servicios tienden a estandarizarse y la competencia es feroz, la diferencia la marcan los equipos que logran adaptarse, colaborar y anticiparse a las necesidades del cliente.
En Banco BISA, esta visión se traduce en el desarrollo de habilidades blandas como la inteligencia emocional, el liderazgo con propósito y la promoción de una cultura organizacional cohesionada.
“No se trata solo de algoritmos; se trata de liderazgo auténtico y equipos empoderados”, destacan desde la institución.
El desafío de la digitalización humana
Contrario a la creencia de que digitalizar implica simplemente adquirir tecnología, en Banco BISA se comprendió que toda transformación digital significativa debe estar fundamentada en una “digitalización humana”. Esto implica brindar acompañamiento emocional y cultural, capacitar a las personas para afrontar el cambio y convertir la incertidumbre en una oportunidad de crecimiento.
“El verdadero desafío no es implementar una plataforma, sino lograr que se integre de manera significativa y útil en la dinámica de trabajo”, sostiene la entidad.
Liderar con propósito, a largo plazo
La función de liderazgo es otro de los ejes diferenciadores destacados por Banco BISA. Los líderes no solo gestionan tareas: son arquitectos culturales que inspiran, orientan y representan el propósito de la organización.
Según la visión del banco, un liderazgo efectivo en tiempos de cambio debe incluir competencias como la escucha activa, la empatía, el pensamiento sistémico y la humildad para seguir aprendiendo.
“La valentía para desafiar lo establecido es esencial para acoger el cambio de forma duradera”, afirman.
Un “andamio” de cinco pilares para construir equipos sólidos
La estrategia institucional se sostiene en cinco pilares fundamentales para consolidar equipos de alto desempeño:
- Propósito compartido: Todo equipo necesita saber por qué existe. El propósito no solo guía las decisiones, también da sentido al esfuerzo diario. Un equipo con propósito se enfoca, persevera y encuentra energía incluso en los momentos difíciles.
- Confianza y seguridad psicológica: La confianza es la base del rendimiento colectivo. Sin ella, no hay colaboración ni aprendizaje genuino. Los líderes deben fomentar espacios donde las personas se sientan seguras para expresarse, equivocarse y aportar sin temor.
- Autonomía con alineación: Un equipo eficaz necesita margen para actuar y decidir, pero dentro de un marco común de objetivos, valores y prioridades. La autonomía sin alineación lleva al caos; la alineación sin autonomía, al estancamiento.
- Feedback y aprendizaje continuo: No hay cambio sin aprendizaje, y no hay aprendizaje sin retroalimentación. Crear una cultura donde el feedback sea constante, respetuoso y bidireccional es clave para evolucionar como equipo.
- Celebración y reconocimiento: Reconocer los logros, incluso los pequeños, es una fuente poderosa de motivación. Celebrar el esfuerzo, el aprendizaje y la mejora fortalece la cohesión del equipo y refuerza los valores institucionales.
El cambio comienza con las personas
Uno de los principios fundamentales que guía a Banco BISA es que no se transforman las organizaciones: se transforman las personas. Y cuando muchas personas cambian, entonces sí, cambia toda la organización.
En este sentido, la cultura organizacional se convierte en un terreno estratégico: puede ser fértil para el cambio o un obstáculo difícil de sortear. Por eso es necesario actuar con coherencia desde la alta dirección, con relatos articulados y políticas alineadas a los nuevos desafíos.
Gestión humana como socio estratégico
La función de Gestión Humana en Banco BISA ha dejado atrás su rol meramente operativo para convertirse en un agente activo de cambio. Desde programas de liderazgo hasta plataformas de aprendizaje, el enfoque está puesto en generar experiencias que sitúen a las personas en el centro de la estrategia.
Banco BISA demuestra que invertir en el Factor Humano no es un lujo ni un complemento: es una decisión estratégica. En tiempos vertiginosos, apostar por las personas es la mejor inversión. Porque, al final, la tecnología no transforma a las organizaciones: lo hacen quienes la adoptan, la adaptan y le dan sentido.